21/08/2020

Consumo colaborativo: todo lo que tienes que saber

La popularización de las nuevas tecnologías ha traído consigo nuevas prácticas económicas. Una de ellas, vinculada en especial a la economía digital, es la del consumo colaborativo. Consiste en que dos o más particulares se pongan en contacto, generalmente a través de una plataforma virtual, para intercambiar de forma pactada bienes y servicios. Airbnb, Blablacar o Uber serían ejemplos de empresas cuya creación está basada en el consumo colaborativo.

A continuación te damos más información al respecto, centrándonos en el mundo de la inversión y en el contexto a nivel estatal, y te explicamos qué necesitas para sumarte a esta tendencia.

¿Qué es el consumo colaborativo?

Se trata de una práctica económica que, en primer lugar, propone una alternativa a los hábitos de consumo conocidos hasta ahora. Quienes consumen ya no son entes aislados, sino que forman parte de una red interactiva. Además, en muchos casos, también proveen bienes y servicios, como sucede en las plataformas de compraventa.

Por otra parte, la economía colaborativa va más allá de realizar intercambios pactados entre iguales. Una de sus posibilidades más interesantes es la del crowdfunding o financiación colaborativa. Consiste en que un gran número de personas inversoras financien un determinado proyecto. Para contar con todas las garantías legales, de seguridad y de privacidad, lo ideal es recurrir a plataformas especializadas en este tipo de inversión, como es el caso de Crowdfunding Bizkaia, la primera plataforma de crowdfunding de una administración pública.

La economía colaborativa resulta, por tanto, de gran ayuda para potenciar el emprendimiento. Y al mismo tiempo, permite que la ciudadanía intervenga directamente en el tejido productivo y empresarial de su entorno. Para potenciar este último aspecto, en Crowdfunding Bizkaia apostamos por gestionar proyectos de inversión vinculados a la innovación tecnológica y social.

La relación entre consumo colaborativo y crowdfunding

El crowdfunding es la alternativa a la financiación tradicional, planteando un nuevo escenario de financiación colaborativa ya que se basa en pequeñas o grandes aportaciones por parte de muchas personas. Al igual que en el consumo colaborativo, este método que toma cada vez más fuerza como herramienta habitual de financiación de proyectos, asume que el beneficio se reparte entre muchas personas. Del mismo modo, al repartirse el riesgo entre todas las personas que colaboran, también se reduce y minimiza para cada una de ellas.

Ejemplos de consumo colaborativo

Tanto en nuestro país como a nivel europeo, el consumo colaborativo ha tenido un considerable impacto en los últimos años. A parte de los ejemplos citados anteriormente, podemos encontrar gran cantidad de proyectos nacidos del consumo colaborativo que han sido exitosos y que abarcan una gran oferta de bienes y servicios.

Para destacar la transversalidad del consumo colaborativo, tenemos varios ejemplos:

Etsy

Etsy es un mercado internacional en línea al que acuden personas de todo el mundo para hacer, vender, comprar y coleccionar productos únicos. A diferencia de Wallapop y empresas similares, Etsy apoya a creadores independientes, de modo que los elementos que se ofrecen en su portal son proyectos y productos de personas que han invertido su tiempo en ellos, diseñándolos, desarrollándolos… Además, la particularidad de Etsy es que no tiene almacenes, solo millones de personas vendiendo productos a través del proceso que ellos facilitan y ayudando al comprador final a conectar directamente con los creadores. Gracias a esto, Etsy ha logrado tener un público cautivo que entra a la plataforma antes de buscar en Google y, además, facilita la monitorización de las ventas de los creadores a través de su app móvil. Como punto negativo está la saturación: según datos de Statista, hay 2.1 millones de ventas con 54 millones de usuarios registrados. Por eso, es lógico que a los nuevos creadores que acceden a Etsy les cueste encontrar clientes a corto plazo.

Screenly

Screenly es una plataforma basada en el crowdticketing, una nueva y comunitaria forma de distribución de proyecciones. A través de su sistema de reserva colectiva, permite organizar una proyección de cine a cualquiera persona bajo demanda en salas de cine. Screenly es una herramienta donde los espectadores se puedan convertir en promotores de eventos y organizarse para ver lo que quieran ver y los creadores, distribuidores y exhibidores pueden encontrar nuevas formas de distribuir en salas de cine, así como nuevos públicos. Actualmente en el mundo hay unas siete u ocho plataformas que promueven el crowdticketing como ellos; una nueva forma de distribución y de consumo del cine adaptada a los nuevos tiempos.

Socialcar

Social Car SL nace en Barcelona 2011 con el objetivo social de hacer “car sharing”. Actualmente es una plataforma que permite conectar a propietarios de coches que desean alquilar su automóvil durante un periodo determinado, y a conductores que necesitan un auto para desplazarse. Este intermediario nace tras la necesidad real de que hay personas que usan muy poco su coche y mucha gente que tiene que prescindir del vehículo pero que en algunos momentos podrían pagar un poco por tener uno disponible. Para el propietario puede venirle bien sacar una rentabilidad por un coche que no usa mucho y para el arrendatario de éste, las empresas de renting son notablemente más caras que Socialcar. Para realizar el proceso de intercambio solo hay que registrarse en la página, publicar la oferta o demanda e intercambiarse datos, llaves y demás. Sin embargo, también es cierto que el propietario debe firmar, si no lo posee anteriormente, un seguro a terceros y que los vehículos de más de 10 años nos son permitidos en estos intercambios.

¿Qué debo hacer para iniciarme en el consumo colaborativo?

Como ya hemos comentado, para iniciarse en la economía colaborativa basta con decidirse a consumir o proveer bienes y servicios. A partir de aquí, solo hay que dar con una plataforma especializada en el tipo de intercambios en los que se quiera participar. Cada una cuenta con sus propias particularidades.

En el caso de Crowdfunding Bizkaia, se trata de una plataforma gestionada directamente por la Diputación Foral de Bizkaia, lo que garantiza toda clase de garantías de cara a las personas inversores o emprendedoras.

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